lunes, 9 de noviembre de 2015

FRANCISCO BOIX

Francisco Boix nació en Barcelona el 31 de agosto de 1920. Su padre, Bartomeu, tenía una sastrería en el barrio de Poble Sec. El domicilio particular estaba situado encima del negocio. Su madre, Ana, era natural de Fraga. Francisco tenía dos hermanas, Rosa y Nuria. 
En su casa se hablaba catalán y castellano y a Francisco le gustaba firmar con su nombre en diferentes idiomas.
Era una familia con tendencia catalanista e ideas de izquierda. Su padre perteneció al sindicalismo libertario (CNT). Ángel Pestaña formaba parte de su círculo de amistades. La sastrería tenía dos puertas, lo que habría sido utilizado por Pestaña para despistar a la policía entrando por una calle y saliendo por otra. Según parece el local era un autentico centro de reunión.
No parece que Francisco Boix tuviera una infancia de privaciones. Las fotos muestran una estampa de la pequeña burguesía. Una idea de la situación económica nos la da el hecho de que Francisco siguió estudiando después de la Educación Primaria y empezó el Bachillerato, lo que no era muy habitual en ese tiempo en el conjunto de la población.
Francisco se inició como militante propiamente político a través del Casal Jove Guàrdia del Poble Sec en 1937, donde entró a formar parte de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU).

Su padre era muy aficionado a coleccionar cámaras fotográficas.
Compartió con su padre el gusto por la fotografía. Los dos acondicionaron la antigua cocina de la sastrería como laboratorio fotográfico.
Cuando sólo tenía doce años, su madre murió de repente de un derrame cerebral.
Francisco era un chico despierto y muy espabilado que se orientó hacia el aprendizaje de un oficio del que tenía ciertos conocimientos: la fotografía. Empezó en la Casa Fotografía Industrial Romagosa, de Barcelona. 
En 1936 el pueblo se levantó en armas contra el golpe de estado del general Franco contra el gobierno republicano.
Francisco Boix, que formaba parte de las Juventudes Socialistas, se incorporó como fotógrafodesde el principio de la guerra a su órgano oficial, el diario Juliol. Más tarde cuando sólo contaba con 17 años se incorporó voluntario al frente, no como combatiente sino como fotógrafo.



La guerra termina el 1 de julio de 1939 y gran parte de la población y del ejército vencido atraviesan la frontera francesa. Se produce un éxodo de más de 200.000 personas. Entre ellas está Francisco Boix.

En el sur de Francia son recluidos en campos de acogida donde soportan unas condiciones de vida penosas y humillantes.



En Alemania, Hittler, que había aportado una generosa ayuda militar al general Franco, se colocaba en la cúpula del poder y a partir de 1939 empieza a invadir los territorios vecinos.
Empieza así una guerra que determinará el futuro de millones de europeos entre ellos el futuro de los republicanos españoles refugiados en Francia.
La ocupación de Francia y ante la amenaza de una devolución a España, obliga a los españoles confinados en los campos de trabajo a incorporarse a la legión, a la resistencia o a las campañas militarizadas de trabajo.
Boix es destinado al campo de trabajo de Combrimont desde donde envía noticias a sus familiares y amigos que intentan conseguirle, sin éxito, un aval de trabajo para obtener su liberacióndel campo.
Boix es capturado en los Vosgos donde se encuentra con la 32 compañía de trabajadores extranjeros. Los alemanes internan a los prisioneros españoles capturados en Francia en stalags destinados a prisioneros de guerra.

A finales de 1940, Serrano Suñer, en el marco de una visita aparentemente protocolaria, negocia con Hitler anular la condición de ciudadanos españoles a todos los republicanos hechos prisioneros por los alemanes en Francia, en la práctica se había negociado su exterminio. 
Hitler dispone que los prisioneros españoles sean entregados a la Gestapo para su traslado a un campo de exterminio. Este documento se emite el 25 de septiembre de 1940 coincidiendo con la visita de Serrano Suñer a Alemania.



La mayoría de los españoles recaen en el campo de Mauthausen en Austria, destinado a presos cuyo regreso no interesa. El objetivo es la aniquilación mediante el trabajo obligatorio llevado hasta el límite de la resistencia humana.
Boix fue uno de los 8.000 españoles que ingresarían en ese lugar.
Es registrado en el campo el 27 de enero de 1941 con el número 5185, declara, a su entrada ser fotógrafo y conocedor del idioma alemán aprendido rudimentariamente en el stalag.


La mayoría de prisioneros trabajan en una cantera cercana, en 1941 todo está en obras y los españoles serán los encargados de construir el campo. Piedras de más de cuarenta quilos eran transportadas a mano desde la cantera a las obras del campo.

Se construye una escalera que une la cantera con el campo. Se dice que bajo la huella de cada uno de los 186 escalones se encuentra la sangre de un espanyol.



Para salvar al mayor número de camaradas, los prisioneros comunistas españoles crearon, dentro del campo, una organización de resistencia que no se disgregó y mantuvo sus fuertes lazos de afinidad política.
Se organizaron para desplazar de los puestos de responsabilidad a los presos comunes, esbirros de los nazis y que fueran españoles los que ocuparan esos destinos, eran sastres, cocineros, barberos, escribientes...y fotógrafos. Su principal objetivo era sobrevivir.
Las cámaras fotográficas de los SS documentan todas las actividades cotidianas del campo y las barbaries, como trofeos de caza, sin tener en cuenta que en el futuro cada fotografía podría ser un documento acusatorio. En cambio trataron de eliminar con los hornos crematorios la huella de sus crímenes, conscientes de que las tumbas tarde o temprano pueden hablar.
En el departamento de identificación ya trabajaba un español, republicano y fotógrafo de profesión, Antonio García. Gracias a él Boix fue destinado en 1943 al servicio fotográfico del campo.

Francisco Boix debía realizar las fotografías que le requerían, acompañado por dos SS. Tenía una influencia extraordinaria con los alemanes, gracias a él se salvaron varias vidas de compañeros colocados en puestos más soportables. 



Las visitas al campo de los altos cargos del nazismo con Himmler a la cabeza, fueron también fielmente documentadas. Estas imágenes después  tomarían la palabra.
Boix propuso al partido, es decir a la organización, si sería interesante guardar los chiches de las fotos que realizaba. De esta manera un solo superviviente podría demostrar al mundo el genocidio realizado en el campo.

El desembarco de Normandía, el 6 de junio de 1944, amenazó la esperanza de victoria de los alemanes que a partir de entonces se verían atacados por dos flancos opuestos.

A partir de entonces se pone en marcha una operación con el objetivo de sacar las fotos del campo.Boix descuelga con una cuerda los negativos desde una ventana a una hora convenida para que otra persona, que él no llega a ver, los recoja. De aquí los chiches pasarán a la barraca de desinfección. En este lugar es donde está la ropa sucia de todos los presos y por ello los SS entran mucho menos. Aquí se guardan hasta que un equipo del PC, que estaban la mayoría en la carpintería, pasa simulando querer realizar una reparación, recoge el paquetito y lo esconde en las molduras de las puertas y de las ventanas del taller de carpintería.
Está claro que los clichés no se pueden quedar mucho tiempo en ese lugar, ya que en cualquier momento podían ser descubiertos en un registro. 

En el campo había un grupo de chavales de entre 12 y 18 años que formaban el comando Poschacher. Integraban este grupo los hijos de los republicanos españoles hechos prisioneros en el sur de Francia. No fueron considerados políticamente peligrosos y fueron excarcelados medio año antes de la liberación del campo. Trabajaban en un régimen de semiesclavitud en un complejo empresarial llamado Poschacher por ello pueden salir cada día del campo durante unas horas para realizar su trabajo. Se decidió que fueran ellos los encargados de sacar los negativos del campo escondiéndolos en la cantera en un primer momento.

La señora Pointner, del pueblo de Mauthausen, era la encargada de recoger y limpiar una barraca que constituía el comedor de los poschacher cuando trabajaban en la cantera. Había cogido cariño a los jóvenes españoles y en más de una ocasión les había dado a entender que no estaba en absoluto de acuerdo con lo que pasaba en su pueblo y que incluso tenía ideas de izquierdas. Empezaron a confiar en ella y Jacinto Cortés le pidió el favor de guardar un paquetito cuya posesión podía ser extremadamente peligrosa. Ella no puso ningún impedimento. La noche del día siguiente Jacinto le mostró el contenido de los negativos para que supiera lo que iba a esconder y la señora Pointner se impresionó. Fueron escondidos en el muro de piedra de su jardín.

El 25 de agosto de 1944 París es liberado. El imperio del IIIer Reich se desmorona. La caída de Berlín, el 2 de mayo de 1945, y el suicidio de Hitler señalan el hundimiento definitivo del nazismo. 

Los SS empiezan a huir del campo y traspasan la custodia del campo y de los prisioneros a la policía y a los bomberos de Viena, era el 3 de mayo de 1945. Dos días más tarde una patrulla americana de reconocimiento cruza las puertas del campo. Todos los prisioneros se echan contra los jeeps desesperados hasta el punto de asustar a los soldados americanos que no tenían ni idea de lo que estaba pasando.







Los españoles son el grupo mayoritario dentro del Comité Internacional de la Resistencia. Con las armas requisadas a los SS se dispusieron a defender el campo ante el posible regreso de sus verdugos. Francisco Boix adquiere un notable protagonismo al apoderarse de la misma cámara Leika que tuvo que utilizar para fotografiar la barbarie de los SS. Para Francisco Boix la cámara fotográfica será a partir de ese momento su arma de lucha y de militancia política.




Fotografía tanto los primeros momentos de euforia de libertad como la desolación y la situaciónde los prisioneros
El grueso de las fuerzas libertadoras llega veinticuatro horas después de la primera patrulla y obligan a los prisioneros a deponer las armas. Deben alimentar a una masa hambrienta y desfallecida. En los primeros días aún morirán ante la impotencia general 2000 prisioneros.






Boix, apenas liberado, acude a casa de la señora Pointner a rescatar los negativos donde también positivará las primeras copias de las fotos. Desde ese momento inicia la tarea de documentación e identificación de todas las imágenes. Se conservan sus notas escritas a mano en el dorso de las primeras copias.


Se convierte en reportero y registra todos los acontecimientos que se producen en el campo en los días inmediatos a su liberación como por ejemplo el primer congreso comunista de los españoles deportados en Mauthausen que se celebró 8 días después de la liberación en el escenario de las duchas donde habían muerto muchos de sus compañeros.
Aunque el acontecimiento más impactante recogido por su cámara es la agonía y muerte de Ziereis, el comandante del campo, que tras su huida, se refugió y fue capturado vestido de tirolés en un bosque próximo. Entre sus interrogadores figuraba Hans Marsalek, jefe de la organizaciónclandestina. Boixcumplió el papel de fotógrafo y de traductor durante el interrogatorio. Ziereis murió dos días después y su cadáver fue expuesto en el mismo lugar de sus crímenes.


Las operaciones de repatriación de los deportados se realizaron durante los meses de mayo y junio de 1945. Boix junto a algunos de sus camaradas comunistas, los líderes de la resistencia del campo se dirige a Francia en un coche requisado. El grupo atraviesa unos paisajes desolados. Boix lleva consigo los negativos. 
Cuando llega a Paris se reencuentra con algunos compañeros de cautiverio y con otros combatientes republicanos españoles.
Stalin desconfía de todos los cautivos liberados y los considera traidores. El partido comunista se desvincula de los prisioneros  españoles liberados de Mauthausen y los les acepta ningún documento ni información. Ante esto, Boix continúa guardando las fotos.
 
 
Boix con Joaquin y Gregorio López Raimundo


Al final se decide a publicar las fotos en la revista Regards, revista vinculada al area de las publicaciones comunistas. Esta publicación concede importancia y grandes espacios a los reportajes y a la ilustración fotográfica. Este reportaje, con las primeras imágenes publicadas del campo de Mauthausen, conmociona a la opinión pública.
 
 

En octubre de 1945 se constituye, en la ciudad alemana Nuremberg, un tribunal internacional militar para juzgar los crímenes del nazismo. Se sientan en el banco de acusados los principales responsables del IIIer Reigh imputados como criminales de guerra.
La acusación francesa solicita que Francisco Boix se persone como testigo de cargo. Tuvo que ser integrado y camuflado en la acusación como francés porque había una campaña en contra de su testificación por ser extranjero. Pero el puesto que ocupó en Mauthausen le daba autoridad para declarar porque los conocía  a todos. 
 
 
Las fotografías obtenidas en el campo constituyen un testimonio irrecusable de las prácticas de tortura aplicadas por los nazis. Boix puede testificar su veracidad porque en la mayor parte fueron reveladas por el mismo.
Su testimonio fue clave para la acusación de entre otros de Speer y de Ricken.
Kaltenbrunner el temible jefe de la policía del III reigh también fue desemascarado por parte de Boix, su testimonio será definitivo. Kaltenbrunner defendía que las pruebas fotográficas estaban trucadas y eran por tanto falsificaciones, pero se tenían los negativos.
 
 

Boix ve afianzado su pretigio personal en el ámbito de las publicaciones afines al partido comunista. Después de regresar a Paris ingresa como reportero gráfico en la revista L´Humanité órgano central del partido comunista francés. Alcanza su sueño convirtiéndose en un periodista y fotógrafo todo terreno a la vez que hermana su compromiso político con su trabajo profesional.
 
 
Recorre Francia y otros países aunque siempre le acompaña el recuerdo de su familia a la que ya nunca volverá a ver y les envía constantemente fotos como testimonio de sus viajes.
 
 
 
Boix es enviado en 1948 como corresponsal gráfico de L´Humanité al Tour de Francia. Un trabajo agotador que su organismo enfermo tras su estancia en Mauthausen, no pudo soportar. De vuelta a Paris fue operado por una enfermedad renal aunque su salud se verá gravemente afectada y ya nunca se recuperará. Finalmente se vio obligado a ingresar en el hospital Rothschild de Paris donde muere con apenas treinta años el 4 de julio de 1951.
Sus restos reposan en el cementerio de Thiais. Encima de su lápida hay una inscrpcion en francès:

"Francisco Boix Campo. Deportado en 1941 al campo de Mauthausen a la edad de 20 años. Muerto el 7 de julio de 1951 a consecuencia de su deportación. Demostró un gran coraje al sustraer a los SS los documentos fotográficos acaparadores para los nazis que impusieron el sistema concentratorio (L´Amicale) de los Deportados de Mauthausen."

 
 
 
 
 
 
 

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