Francisco Boix nació en Barcelona el 31 de agosto de
1920. Su padre, Bartomeu, tenía una sastrería en el barrio de Poble Sec. El
domicilio particular estaba situado encima del negocio. Su madre, Ana, era
natural de Fraga. Francisco tenía dos hermanas, Rosa y Nuria.
En su casa se hablaba catalán y castellano y a Francisco
le gustaba firmar con su nombre en diferentes idiomas.
Era una familia con
tendencia catalanista e ideas de izquierda. Su padre perteneció al sindicalismo
libertario (CNT). Ángel Pestaña formaba parte de su círculo de amistades. La
sastrería tenía dos puertas, lo que habría sido utilizado por Pestaña para
despistar a la policía entrando por una calle y saliendo por otra. Según parece
el local era un autentico centro de reunión.
No parece que Francisco Boix tuviera una infancia de
privaciones. Las fotos muestran una estampa de la pequeña burguesía. Una idea
de la situación económica nos la da el hecho de que Francisco siguió estudiando
después de la Educación Primaria y empezó el Bachillerato, lo que no era muy
habitual en ese tiempo en el conjunto de la población.
Francisco se inició como militante propiamente político a
través del Casal Jove Guàrdia del Poble Sec en 1937, donde entró a formar parte
de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU).
Su padre era muy aficionado a coleccionar cámaras
fotográficas.
Compartió con su padre el gusto por la fotografía. Los
dos acondicionaron la antigua cocina de la sastrería como laboratorio
fotográfico.
Cuando sólo tenía doce años, su madre murió de repente de
un derrame cerebral.
Francisco era un chico despierto y muy espabilado que se
orientó hacia el aprendizaje de un oficio del que tenía ciertos conocimientos:
la fotografía. Empezó en la Casa Fotografía Industrial Romagosa, de Barcelona.
En 1936 el pueblo se levantó en armas contra el golpe de
estado del general Franco contra el gobierno republicano.
Francisco Boix, que formaba parte de las Juventudes
Socialistas, se incorporó como fotógrafodesde el principio de la guerra a su
órgano oficial, el diario Juliol. Más tarde cuando sólo contaba con 17 años se
incorporó voluntario al frente, no como combatiente sino como fotógrafo.
La guerra termina el 1 de julio de 1939 y gran parte de
la población y del ejército vencido atraviesan la frontera francesa. Se produce
un éxodo de más de 200.000 personas. Entre ellas está Francisco Boix.
En el sur de Francia son recluidos en campos de acogida
donde soportan unas condiciones de vida penosas y humillantes.
En Alemania, Hittler, que había aportado una generosa
ayuda militar al general Franco, se colocaba en la cúpula del poder y a partir
de 1939 empieza a invadir los territorios vecinos.
Empieza así una guerra que determinará el futuro de
millones de europeos entre ellos el futuro de los republicanos españoles
refugiados en Francia.
La ocupación de Francia y ante la amenaza de una
devolución a España, obliga a los españoles confinados en los campos de trabajo
a incorporarse a la legión, a la resistencia o a las campañas militarizadas de
trabajo.
Boix es destinado al campo de trabajo de Combrimont desde
donde envía noticias a sus familiares y amigos que intentan conseguirle, sin
éxito, un aval de trabajo para obtener su liberacióndel campo.
Boix es capturado en los Vosgos donde se encuentra con la
32 compañía de trabajadores extranjeros. Los alemanes internan a los
prisioneros españoles capturados en Francia en stalags destinados a prisioneros
de guerra.
A finales de 1940, Serrano Suñer, en el marco de una
visita aparentemente protocolaria, negocia con Hitler anular la condición de
ciudadanos españoles a todos los republicanos hechos prisioneros por los
alemanes en Francia, en la práctica se había negociado su exterminio.
Hitler dispone que los prisioneros españoles sean
entregados a la Gestapo para su traslado a un campo de exterminio. Este
documento se emite el 25 de septiembre de 1940 coincidiendo con la visita de
Serrano Suñer a Alemania.
La mayoría de los españoles recaen en el campo de
Mauthausen en Austria, destinado a presos cuyo regreso no interesa. El objetivo
es la aniquilación mediante el trabajo obligatorio llevado hasta el límite de
la resistencia humana.
Boix fue uno de los 8.000 españoles que ingresarían en
ese lugar.
Es registrado en el campo el 27 de enero de 1941 con el
número 5185, declara, a su entrada ser fotógrafo y conocedor del idioma alemán
aprendido rudimentariamente en el stalag.
La mayoría de prisioneros trabajan en una cantera
cercana, en 1941 todo está en obras y los españoles serán los encargados de
construir el campo. Piedras de más de cuarenta quilos eran transportadas a mano
desde la cantera a las obras del campo.
Se construye una escalera que une la cantera con el campo. Se dice que bajo la huella de cada uno de los 186 escalones se encuentra la sangre de un espanyol.
Para salvar al mayor número de camaradas, los prisioneros
comunistas españoles crearon, dentro del campo, una organización de resistencia
que no se disgregó y mantuvo sus fuertes lazos de afinidad política.
Se organizaron para desplazar de los puestos de
responsabilidad a los presos comunes, esbirros de los nazis y que fueran
españoles los que ocuparan esos destinos, eran sastres, cocineros, barberos,
escribientes...y fotógrafos. Su principal objetivo era sobrevivir.
Las cámaras fotográficas de los SS documentan todas las
actividades cotidianas del campo y las barbaries, como trofeos de caza, sin
tener en cuenta que en el futuro cada fotografía podría ser un documento
acusatorio. En cambio trataron de eliminar con los hornos crematorios la huella
de sus crímenes, conscientes de que las tumbas tarde o temprano pueden hablar.
En el departamento de identificación ya trabajaba un
español, republicano y fotógrafo de profesión, Antonio García. Gracias a él
Boix fue destinado en 1943 al servicio fotográfico del campo.
Francisco Boix debía realizar las fotografías que le
requerían, acompañado por dos SS. Tenía una influencia extraordinaria con los
alemanes, gracias a él se salvaron varias vidas de compañeros colocados en
puestos más soportables.
Boix propuso al partido, es decir a la organización, si
sería interesante guardar los chiches de las fotos que realizaba. De esta
manera un solo superviviente podría demostrar al mundo el genocidio realizado
en el campo.
El desembarco de Normandía, el 6 de junio de 1944,
amenazó la esperanza de victoria de los alemanes que a partir de entonces se
verían atacados por dos flancos opuestos.
A partir de entonces se pone en marcha una operación con
el objetivo de sacar las fotos del campo.Boix descuelga con una cuerda los
negativos desde una ventana a una hora convenida para que otra persona, que él
no llega a ver, los recoja. De aquí los chiches pasarán a la barraca de
desinfección. En este lugar es donde está la ropa sucia de todos los presos y
por ello los SS entran mucho menos. Aquí se guardan hasta que un equipo del PC,
que estaban la mayoría en la carpintería, pasa simulando querer realizar una
reparación, recoge el paquetito y lo esconde en las molduras de las puertas y
de las ventanas del taller de carpintería.
Está claro que los clichés no se pueden quedar mucho
tiempo en ese lugar, ya que en cualquier momento podían ser descubiertos en un
registro.
En el campo había un grupo de chavales de entre 12 y 18
años que formaban el comando Poschacher. Integraban este grupo los hijos de los
republicanos españoles hechos prisioneros en el sur de Francia. No fueron
considerados políticamente peligrosos y fueron excarcelados medio año antes de
la liberación del campo. Trabajaban en un régimen de semiesclavitud en un
complejo empresarial llamado Poschacher por ello pueden salir cada día del
campo durante unas horas para realizar su trabajo. Se decidió que fueran ellos
los encargados de sacar los negativos del campo escondiéndolos en la cantera en
un primer momento.
La señora Pointner, del pueblo de Mauthausen, era la
encargada de recoger y limpiar una barraca que constituía el comedor de los
poschacher cuando trabajaban en la cantera. Había cogido cariño a los jóvenes
españoles y en más de una ocasión les había dado a entender que no estaba en
absoluto de acuerdo con lo que pasaba en su pueblo y que incluso tenía ideas de
izquierdas. Empezaron a confiar en ella y Jacinto Cortés le pidió el favor de
guardar un paquetito cuya posesión podía ser extremadamente peligrosa. Ella no
puso ningún impedimento. La noche del día siguiente Jacinto le mostró el
contenido de los negativos para que supiera lo que iba a esconder y la señora
Pointner se impresionó. Fueron escondidos en el muro de piedra de su jardín.
El 25 de agosto de 1944 París es liberado. El imperio del
IIIer Reich se desmorona. La caída de Berlín, el 2 de mayo de 1945, y el
suicidio de Hitler señalan el hundimiento definitivo del nazismo.
Los SS empiezan a huir del campo y traspasan la custodia
del campo y de los prisioneros a la policía y a los bomberos de Viena, era el 3
de mayo de 1945. Dos días más tarde una patrulla americana de reconocimiento
cruza las puertas del campo. Todos los prisioneros se echan contra los jeeps
desesperados hasta el punto de asustar a los soldados americanos que no tenían
ni idea de lo que estaba pasando.
Los españoles son el grupo mayoritario dentro del Comité
Internacional de la Resistencia. Con las armas requisadas a los SS se
dispusieron a defender el campo ante el posible regreso de sus verdugos.
Francisco Boix adquiere un notable protagonismo al apoderarse de la misma cámara
Leika que tuvo que utilizar para fotografiar la barbarie de los SS. Para
Francisco Boix la cámara fotográfica será a partir de ese momento su arma de
lucha y de militancia política.
Fotografía tanto los primeros momentos de
euforia de libertad como la desolación y la situaciónde los prisioneros
El grueso de las fuerzas libertadoras llega veinticuatro
horas después de la primera patrulla y obligan a los prisioneros a deponer las
armas. Deben alimentar a una masa hambrienta y desfallecida. En los primeros
días aún morirán ante la impotencia general 2000 prisioneros.
Boix, apenas liberado, acude a casa de la señora
Pointner a rescatar los negativos donde también positivará las primeras copias
de las fotos. Desde ese momento inicia la tarea de documentación e identificación de todas las imágenes. Se
conservan sus notas escritas a mano en el dorso de las primeras copias.
Se convierte en reportero y registra todos los
acontecimientos que se producen en el campo en los días inmediatos a su
liberación como por ejemplo el primer congreso comunista de los españoles
deportados en Mauthausen que se celebró 8 días después de la liberación en el
escenario de las duchas donde habían muerto muchos de sus compañeros.
Aunque el acontecimiento más impactante recogido por su
cámara es la agonía y muerte de Ziereis, el comandante del campo, que tras su
huida, se refugió y fue capturado vestido de tirolés en un bosque próximo.
Entre sus interrogadores figuraba Hans Marsalek, jefe de la
organizaciónclandestina. Boixcumplió el papel de fotógrafo y de traductor
durante el interrogatorio. Ziereis murió dos días después y su cadáver fue
expuesto en el mismo lugar de sus crímenes.
Las operaciones de repatriación de los deportados se
realizaron durante los meses de mayo y junio de 1945. Boix junto a algunos de
sus camaradas comunistas, los líderes de la resistencia del campo se dirige a
Francia en un coche requisado. El grupo atraviesa unos paisajes desolados. Boix
lleva consigo los negativos.
Cuando llega a Paris se reencuentra con algunos
compañeros de cautiverio y con otros combatientes republicanos españoles.
Stalin desconfía de todos los cautivos liberados y los
considera traidores. El partido comunista se desvincula de los prisioneros españoles liberados de Mauthausen y los les
acepta ningún documento ni información. Ante esto, Boix continúa guardando las
fotos.
Boix con Joaquin y Gregorio López Raimundo |
Al final se decide a publicar las fotos en la revista
Regards, revista vinculada al area de las publicaciones comunistas. Esta
publicación concede importancia y grandes espacios a los reportajes y a la
ilustración fotográfica. Este reportaje, con las primeras imágenes publicadas
del campo de Mauthausen, conmociona a la opinión pública.
En octubre de 1945 se constituye, en la ciudad alemana
Nuremberg, un tribunal internacional militar para juzgar los crímenes del
nazismo. Se sientan en el banco de acusados los principales responsables del
IIIer Reigh imputados como criminales de guerra.
La acusación francesa solicita que Francisco Boix se
persone como testigo de cargo. Tuvo que ser integrado y camuflado en la
acusación como francés porque había una campaña en contra de su testificación
por ser extranjero. Pero el puesto que ocupó en Mauthausen le daba autoridad
para declarar porque los conocía a todos.
Las fotografías obtenidas en el campo constituyen un
testimonio irrecusable de las prácticas de tortura aplicadas por los nazis.
Boix puede testificar su veracidad porque en la mayor parte fueron reveladas
por el mismo.
Su testimonio fue clave para la acusación de entre otros
de Speer y de Ricken.
Kaltenbrunner el temible jefe de la policía del III reigh
también fue desemascarado por parte de Boix, su testimonio será definitivo.
Kaltenbrunner defendía que las pruebas fotográficas estaban trucadas y eran por
tanto falsificaciones, pero se tenían los negativos.
Boix ve afianzado su pretigio personal en el ámbito de
las publicaciones afines al partido comunista. Después de regresar a Paris
ingresa como reportero gráfico en la revista L´Humanité órgano central del
partido comunista francés. Alcanza su sueño convirtiéndose en un periodista y
fotógrafo todo terreno a la vez que hermana su compromiso político con su
trabajo profesional.
Recorre Francia y otros países aunque siempre le acompaña
el recuerdo de su familia a la que ya nunca volverá a ver y les envía
constantemente fotos como testimonio de sus viajes.
Boix es enviado en 1948 como corresponsal gráfico de
L´Humanité al Tour de Francia. Un trabajo agotador que su organismo enfermo
tras su estancia en Mauthausen, no pudo soportar. De vuelta a Paris fue operado
por una enfermedad renal aunque su salud se verá gravemente afectada y ya nunca
se recuperará. Finalmente se vio obligado a ingresar en el hospital Rothschild
de Paris donde muere con apenas treinta años el 4 de julio de 1951.
Sus restos reposan en el cementerio de Thiais. Encima de
su lápida hay una inscrpcion en francès:
"Francisco Boix Campo. Deportado en 1941 al campo de Mauthausen a la edad de 20 años. Muerto el 7 de julio de 1951 a consecuencia de su deportación. Demostró un gran coraje al sustraer a los SS los documentos fotográficos acaparadores para los nazis que impusieron el sistema concentratorio (L´Amicale) de los Deportados de Mauthausen."
No hay comentarios:
Publicar un comentario