Jacques
de Vaucanson es uno de creadores de autómatas más conocidos y una celebridad
entre la sociedad de su época. Este
inventor nació a principios del siglo XVIII, en la ciudad francesa de Grenoble, con un gran talento para la mecánica y con la increíble quimera de crear vida artificial.
Sus primeros artefactos mecánicos intentaban recrear las principales funciones vitales.
Con treinta años construye El Flautista, un autómata que representa a un
pastor tocando la flauta y el tambor. Este artefacto era capaz de mover casi
todas las partes del cuerpo, de tocar una docena de canciones y estaba
realizado a tamaño natural. Fue presentado en la Academia de las Ciencias
Francesa en el año 1737 y sobre él se escribió:
"En los primeros
días en los que apareció, las gentes no querían creer que era la flauta que
tenía el autómata la que sonaba. Se imaginaban que había un órgano alemán
encerrado en el cuerpo de la figura. Los más incrédulos fueron pronto
convencidos de que el autómata tocaba realmente la flauta, y que el viento que
salía de sus labios la hacía sonar; y que el movimiento de sus dedos formaba
las diferentes notas. La máquina fue sometida al examen más escrupuloso y a las
pruebas más decisivas; fue permitido a todos los espectadores ver los resortes
más escondidos y seguir su ejecución".
Pero su pieza más
conocida es el Pato Digestivo, un ave mecánica del tamaño de un pato de verdad.
Su material constitutivo era mayormente cobre recubierto de oro y tenía más de
cuatrocientas piezas móviles, lo que contribuía a la sensación de realismo.
Aunque la capacidad más novedosa de este autómata era la de digerir alimentos y
producir y expulsar excrementos. Un tubo
de plástico visible por el que bajaba el grano, junto al mecanismo, creaba la
ilusión de una digestión real. Aunque lo cierto es que este artefacto no
transformaba el alimento sino que lo que salía era una papilla previamente
depositada en un compartimento secreto del animal. Vaucanson perdió con el
tiempo el interés por estos “juguetes”, el pato fue vendido para ser exhibido
como curiosidad lo que produjo su degradación y desaparición.
Posteriormente fue el
elegido por el gobierno de Luis XV para iniciar una reforma tecnológica en la
anticuada industria textil francesa, concretamente en el proceso y manufactura
de la seda. Está considerado el creador del primer telar totalmente automático
utilizando un sistema de tarjetas perforadas. Cincuenta años después se
atribuiría esta tecnología injustamente a Jacquard.
Aunque fue nombrado
miembro de la Academia de Ciencias Francesa sus inventos fueron en casi toda su totalidad ignorados.
Al fallecer en 1782 donó
todas sus obras a Luis XVI y éstas fueron en su mayoría destruidas durante la
revolución francesa.
El instituto de Grenoble
lleva su nombre en su honor, este centro prepara a los futuros estudiantes universitarios
de ingenierías.
Reproducción moderna del pato digestivo
Reproducción moderna del pato digestivo